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El último día de visitas programadas fue el que más madrugamos. Estábamos desayunando a las 7:15h y a las 8:00h salimos hacia nuestros destinos de la jornada: Alcobaça, Nazaré, Óbidos y Caldas de rainha.
Pensamos empezar mejor por los destinos lejanos e ir acercándonos. El más alejado era Alcobaça, así que nos dirigimos hacia allí en primer lugar.
Recogimos a nuestra guía, Paula, que nos fue explicando durante el viaje algunas anécdotas y curiosidades sobre los reyes, la orden de los cistercienses, fiestas populares etc.

Alcobaça toma su nombre de dos ríos: el río Alcoa y el río Baça. Es una localidad pequeñita en la que pudimos visitar su hermoso monasterio. Vive en gran parte de la agricultura (manzana y pera principalmente) y cuenta con una historia de amor al estilo Romeo y Julieta entre el rey Pedro e Inés de Castro . Una relación prohibida, ya que ella era la dama de compañía de su esposa. Cuando murió su mujer, don Alfonso IV, el padre de él, siguió negando la relación hasta tal punto de mandar asesinar a Inés. Loco de dolor, Pedro, lideró una rebelión contra el rey y mató a los asesinos de Inés arrancándoles el corazón, lo que le valió el apodo de «el cruel». Está historia es muy conocida en Portugal. Sus cuerpos descansan en el monasterio de Alcobaça, uno enfrente del otro.

Llegamos a Nazaré, la segunda localidad, cerca de mediodía. Este municipio destaca por sus playas y acantilados y también es famoso porque es uno de los mejores puntos para practicar el surf de Europa. Las olas que se producen aquí son probablemente las más altas de Portugal. Esto, obviamente, atrae a muchos turistas y deportistas relacionados con esta modalidad.
Desde el mirador pudimos disfrutar de unas magníficas vistas de su playa.

Óbidos, fue el tercer pueblo dentro de la ruta. Para mí, con diferencia, es el más pintoresco y encantador. Se trata de un pueblo medieval de unos 3000 habitantes aproximadamente.
Tiene tres grandes fiestas: la fiesta del chocolate, la de Navidad y la medieval.
Sus estrechas y adoquinadas calles y el imponente castillo hacen que sea considerado uno de los pueblos más bellos y mágicos de Portugal.

Cerramos el circuito en Caldas de rainha, que significaría algo así como «baños de la reina» (en referencia a la reina Leonor). Caldas es famosa por las aguas termales sulfurosas que contienen propiedades terapéuticas y también por las piezas de cerámica creadas por Rafael Bordalo Pinheiro, que hizo de sus obras algo totalmente innovador, ya que incluía incluso el humor y la crítica en sus creaciones.
Disfrutamos de un paseo por su estupendo parque y probamos algunos dulces típicos de la zona.

Tras la intensa jornada de visitas, volvimos a Setúbal, donde preparamos la maleta y nos duchamos para la cena y el broche final del viaje: una fiesta propia con DJ solo para nosotros.
La fiesta se realizó en el hotel, en un recinto cerrado exclusivo para nuestro uso y contó con la actuación estelar de tres alumnos en batallas raperas que amenizaron mucho la noche.
En torno a las 00:30 nos retiramos a nuestras habitaciones y pudimos descansar de un largo y ajetreado dia.

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