DÍA 4:
Roma, la ciudad eterna, era la parada más deseada por nuestros alumnos. Tras desplazarnos desde el puerto de Civitavecchia, recorrimos los principales monumentos de la ciudad, como el Coliseo, la Fontana di Trevi, la Piazza Navona, el Foro Romano o el Vaticano, visitando el estado más pequeño del mundo. Una jornada tan inolvidable como agotadora, aunque pudieron recuperar fuerzas con una buena pizza entre las calles de la capital italiana. Después, un renovador descanso en el barco a la espera de las dos últimas jornadas.